El
gigante y el peine
Érase
una vez un gigante que iba siempre despeinado. Un día se encontró
un peine, se quiso peinar así que lo cogió. Como tenía tanta
fuerza lo rompió.
Al
siguiente día se encontró otro peine. Lo cogió con cuidado pero se
le voló.
Después
se encontró una peluquería. Entró y le hicieron muchos peinados
que sabían hacer. Ningún peinado le gustaba, pero por suerte
quedaba un peinado. Se lo probaron y le gustó.
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